La alteración postural puede no solo afectar a la columna vertebral o el equilibrio. Aquí te explicamos las señales que indican que tu tono postural puede estar alterado.

1. Dolor músculo esquelético inespecífico y mantenido en el tiempo.

Algunas personas acuden a la consulta tras meses e incluso años, de dolor inespecífico  para el que no se encuentra una causa directa. La fisioterapia más convencional suele abordarlo mediante estiramientos, potenciación o movilización, pero los resultados no siempre resultan satisfactorios. En estos casos suele resultar útil una exploración y diagnóstico desde el punto de vista de las cadenas musculares y su posible acortamiento e hipertonía.

2. Patrón respiratorio alterado:  costal o clavicular predominante.

Una mala postura puede limitar la expansión pulmonar y alterar así el patrón respiratorio fisiológico.

3. Tensión en cuello, mandíbula y brazos

En ocasiones la activación de grupos musculares accesorios a la respiración en el tórax y el cuello, provocará rigidez muscular, con posible sintomatología vascular y neural a nivel cervical, cabeza, brazos, manos y dedos.

4. Fatiga crónica o sensación de «cabeza pesada»

Una postura colapsada aumenta el esfuerzo respiratorio y puede ocasionar fatiga general y crónica. .

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